Taller para públicos y audiencias curiosas

Taller para públicos y audiencias curiosas

Te has preguntado ¿qué son los públicos? ¿Cuál es su importancia y cómo se relacionan con la actividad y el desarrollo cultural de las ciudades? Diseñar experiencias con y para públicos culturales, más allá de subsanar la necesidad de llenar salas y teatros, es un tema fascinante en el que me he enfocado en los últimos años. 

Con el apoyo del Fondo Municipal para Creadores con Trayectoria 2022 de la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mérida en México, inicié una investigación sobre el significado de la palabra público y su evolución a través de diferentes momentos en la historia del teatro occidental, la cual me sirvió como antecedente para diseñar un taller de aprendizaje colaborativo, dirigido a personas curiosas interesadas en conocer e implicarse en la actividad cultural de la ciudad. 

Con este taller buscaba alcanzar dos objetivos, por una parte alentar la conformación de una pequeña comunidad de públicos y por otra, enriquecer mi investigación en relación al consumo cultural y el desarrollo de públicos en la Ciudad de Mérida.

Dividí el taller en dos sesiones. La primera jornada me sirvió para conocer a los asistentes que se registraron a través de un formulario que difundí previamente  en internet y otros medios. El grupo de participantes estuvo conformado por dos profesores, un periodista, una diseñadora, una bióloga, tres artistas escénicas, cuatro gestoras, dos estudiantes y un empleado de la industria alimentaria. Compartí con ellos una presentación que incluye parte de la información que he reunido y ordenado cronológicamente para conocer y reconocer algunas de las formas en que las personas aparentemente nos hemos relacionado con las artes a lo lago de la historia, enfocándome principalmente en el teatro y en la transformación de la palabra “público” a “públicos” en el contexto de mi estudio. Posteriormente los invité a dar respuesta de forma individual a un cuestionario que detonó el diálogo y la reflexión sobre intereses, preferencias y hábitos de consumo cultural. Intercambiamos ideas sobre dónde y cómo podemos relacionarnos con las propuestas artísticas y culturales y compartimos experiencias personales, tanto positivas como negativas, en relación a nuestra participación como públicos. Finalizamos la primera sesión del taller con algunos referentes y proyectos realizados por profesionales especializados en el desarrollo de públicos.

Para la segunda sesión del taller, invitamos al grupo a conocer un espacio escénico independiente, disfrutar de una función de teatro y participar en un conversatorio. Los citamos a las siete de la noche en la sede del Teatro de La Rendija, una agrupación escénica con más de treinta años de trayectoria, cuyas prácticas artísticas se desplazan entre el arte acción y el teatro dramático.

David Hurtado, coordinador de producción del teatro, fue nuestro anfitrión para conocer el funcionamiento del lugar y a quiénes forman parte del equipo operativo. Al concluir el recorrido, los asistentes fueron convocados para la obra Edipo, apuntes de una ceguera de la compañía Marfil Teatro. Al término de la función nos reunimos en una de las áreas cercanas a la puerta de acceso del teatro, ahí compartimos pizza, vino y una agradable plática con las dos actrices de la obra y el equipo creativo.

El conversatorio fluyó de manera informal, cómoda y relajada, compartiendo las emociones e inquietudes que la obra había despertado. Para la mayor parte del grupo era la primera vez que asistían al Teatro de La Rendija y no tenían conocimiento previo sobre la obra de Sófocles. Los comentarios y preguntas iban surgiendo derivadas de la curiosidad por el trabajo físico de las actrices, ya que por ejemplo una de ellas, interpreta en escena a seis diferentes personajes. Los participantes del taller también se interesaron en conocer y preguntar acerca de la investigación que realizó el equipo creativo para realizar la obra, cómo diseñaron la escenografía, cómo fue su producción, cuántos días de ensayo y montaje tuvieron y el por qué llevar a la actualidad una obra de teatro clásico. Para la realización del conversatorio asignamos una hora del programa del taller, pero la curiosidad de los participantes y el diálogo tan cercano y familiar que generaron con la compañía Marfil Teatro, provocó que la dinámica se extendiera a dos horas. Al cerrar la sesión, acordamos el medio de comunicación a través del cual permaneceríamos en contacto como pequeña comunidad de públicos y audiencias curiosas, para dar continuidad al taller, compartir la programación cultural de la ciudad, programar nuevas actividades y activar beneficios para los participantes, como descuentos, lugares preferenciales, entre otros.

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